René Izquierdo, un virtuoso con Pro Arte Musical
A veces ocurre así, que un día cualquiera -de la manera más inesperada- sucede algo que define para siempre el cauce de toda una vida, como le pasó a René Izquierdo en 1984, cuando -aburrido a muerte en un recital de guitarra- de pronto escuchó a Costas Cotsiolis tocar “El decamerón negro”, de Leo Brouwer, y supo al instante que eso era lo que deseaba hacer.
A 32 años de aquella tarde en La Habana, René mantiene intacto al recuerdo de esa emoción que -asegura- le erizo la piel y que fue el inicio de un largo camino que este fin de semana tiene escala nuevamente en Puerto Rico, con la presentación de este virtuoso guitarrista cubano -como parte de la temporada de Pro Arte Musical- en un recital que se realizará el domingo próximo -a partir de las 7 p.m.- en la Sala Sinfónica Pablo Casals del Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré, con un repertorio que incluye obras del propio Brouwer y también de Ernesto Lecuona, Francisco Tárrega, Johann Sebastian Bach, Domenico Scarlatti y Manuel Saumell, entre otros. Asimismo, Izquierdo hará el estreno mundial de “Sambumbia”, del joven compositor puertorriqueño Christian Quiñones, pieza ganadora de la primera edición del Certamen de Guitarra Clásica de Pro Arte Musical.
Profesor en la Universidad de Wisconsin -en la ciudad de Milwaukee- donde fundó y dirige el Departamento de Guitarra, René salió de Cuba en 1995 e hizo su maestría en la Universidad de Yale, como parte de una trayectoria profesional que lo ha consolidado como un virtuoso de su instrumento, luego de haber soñado con ser biólogo marino… hasta aquella tarde con Cotsiolis y Brouwer.
René y Scarlatti
“Fue en el Festival de Guitarra de La Habana de 1984”, nos dijo telefónicamente René hace un par de días desde su hogar en Milwaukee. “Yo tenía solo nueve años y mi padre me llevó, porque él tocaba algo de guitarra como aficionado. En el programa Cotsiolis ya había tocado a Bach y yo estaba muriéndome del aburrimiento, cuando entonces interpretó ‘El decamerón negro’, de Leo Brouwer. Escuchar eso me causó por primera vez en mi vida una sensación de profundo regocijo musical que me erizo la piel y le dije a mi padre ‘yo quiero hacer precisamente eso y que la gente se sienta como yo me estoy sintiendo ahora’. Sé que él sabía que eso pasaría y solo estaba esperando a que yo mismo me diera cuenta”.
“Yo toco porque siento que eso me permite, entre otras cosas muy importantes, ser mejor maestro para mis alumnos"
René Izquierdo
Poco después su padre le compró una guitarra y René comenzó a estudiarla, con mucha pasión, sí, pero sin pensar -asevera- que pasaría el resto de su vida con este instrumento ni que se dedicaría profesionalmente a tocarlo. “Simplemente estudié y me di cuenta de que era bueno, pero solo lo hacía por placer”, explica. “No fue sino hasta que salí de Cuba en 1995, con veinte años de edad, a empezar a vivir una nueva vida, cuando vi en la música la posibilidad de tener una profesión y por eso es que ingresé a Yale University a hacer mi maestría. Dos años después comencé a vivir formalmente con la guitarra, a trabajar muy duro, enfocado y con mucha seriedad, rigor y disciplina”.
La vasta trayectoria artística de René alrededor del orbe ha estado marcada por galardones tan importantes como el de la Jo Ann Falletta International Guitar Competition, el del Festival Internacional de Guitarra de Ciudad de Coria, el de la Schadt String Competition y el de la Stotsenberg International Guitar Competition, entre otros.
Con una vocación como intérprete que va de la mano con su pasión por la enseñanza, René asevera que cuando la primera enfrenta momentos difíciles, en sus estudiantes encuentra el estímulo para que aquella magia que conoció una tarde en La Habana hace 32 años regrese y lo siga enamorando. “A veces es difícil hacer que esa llama siga encendida con la misma intensidad con la que empezó”, reconoce. “Usualmente es pasión, pero también hay días que es trabajo. No te voy a mentir. Cuando eso sucede, revivo esa pasión a través de mis estudiantes, al ver como ellos descubren y aprenden, de la misma manera como lo hice yo y encuentran una nueva manera de ver la vida y salir adelante”.
René comenta que aunque la guitarra siempre ha sido fundamentalmente “un instrumento de salón para pequeñas audiencias”, con un sonido “nada grande y sí más íntimo y personal”, su aportación en el repertorio orquestal es sin duda “trascendental”. “Me siento muy pleno haciendo tanto conciertos como recitales y repertorio de cámara”, explica. “Por supuesto que en el ambiente de un recital o de un programa de cámara la guitarra está más cerca a su naturaleza. En un recital por ejemplo, me siento más en control de lo que hago. Me encanta también tocar música de cámara por la relación que se establece con otros colegas durante el proceso, por la necesidad de saberse escuchar mutuamente, atentos al fraseo de los otros artistas. Cada espacio tiene su belleza inherente y para poder tener una carrera que valga la pena hay que saber desempeñarse en cada uno de ellos”.
Respecto a su vocación por la enseñanza, René la atribuye a su abuelo paterno, quien fue profesor de primaria. “Creo que de él me viene esta pasión”, dice. “Yo toco porque siento que eso me permite, entre otras cosas muy importantes, ser mejor maestro para mis alumnos. Nunca he creído ser un guitarrista virtuoso, como muchos piensan. Me parece que donde debo de dejar una huella con el mayor decoro posible es enseñando. La guitarra es un instrumento muy difícil y la única manera de intentar ser bueno con ella es con mucho esfuerzo, tratando siempre de dar el máximo”.
Esta es la menos la cuarta ocasión en que René tocará en Puerto Rico. Lo hizo por primera vez en el 2007, en un festival de guitarra que hubo en Ponce, y luego vino en dos ocasiones como solista para presentarse con nuestra Orquesta Sinfónica. “Estoy muy contento con este regreso y es muy significativo para mí que ahora sea por invitación de una entidad tan prestigiosa como Pro Arte Musical, que se preocupa también por un instrumento tan afín a nuestra herencia hispanoamericana como la guitarra”, finaliza.
Los boletos para este concierto están a la venta en Ticket Center -www.tcpr.com o (787) 792-5000)- y en la taquilla del CBA de Santurce. Para más información, los interesados pueden comunicarse con Pro Arte Musical al (787) 722-3366 o a través del su página digital en www.proartemusical.com.
(Una versión más corta de esta entrevista fue publicada en la edición impresa de El Nuevo Día del 8 de abril de 2016)