Zenda, nuevo hogar digital de la palabra literaria
Todo nacimiento suele ser una buena nueva, axioma que el mundo de la palabra escrita también acostumbra ser verdad. Así, como una estupenda noticia, fue recibida este miércoles la llegada de Zenda, Autores, Libros y Cía., el nuevo portal literario cibernético que tiende un puente trasatlántico para todos los que de alguna manera vivimos vidas apalabradas desde la vastedad literaria hispanoamericana.
El proyecto -orquestado entre otros por los escritores españoles Arturo Pérez-Reverte y Javier Marías- es desde hace un par de días ese hogar digital ubicuo que nos acompaña dondequiera que haya una conexión a internet, como culminación de la idea nada descabellada de “crear un lugar nuestro, libre, independiente, donde reunirnos como si se tratase de un espacio público, cada cual con sus libros, sus comentarios o lo que esté en condiciones de aportar, unido todo eso a reseñas de libros interesantes, lecturas felices, columnas de opinión, blogs, recomendaciones, noticias y entrevistas”, como bien señala Pérez-Reverte en su nota de bienvenida a todos los internautas que desde el pasado miércoles al mediodía -las 6 de la tarde en España- comenzaron a navegar el portal www.zendalibros.com.
“¿Sería posible crear una especie de lugar o plaza común, de legión extranjera -agrega Arturo- donde a nadie se le preguntara sino por libros y literatura, sin buenos ni malos, sin etiquetas ni ideologías? ¿Un lugar desde el que, incluso, orientar a los lectores hacia las revistas de libros y los suplementos culturales de los principales diarios españoles y americanos? ¿Un sitio donde lectores, periodistas, editores, escritores, agentes literarios, autores noveles, libros y todos los interesados en el mundo de la literatura hispanoamericana se encontrasen cómodos y se relacionaran unos con otros?”.
“Nos hemos esforzado, y lo vamos a seguir haciendo durante mucho tiempo, a fin de que transitar libremente por 'Zenda' sea un privilegio de fácil acceso para cualquiera que a título de ciudadano, transeúnte o simple turista ocasional desee visitar o habitar este simpático territorio"
Arturo Pérez-Reverte
Cuando el autor de La piel del tambor visitó Puerto Rico a fines de octubre pasado, ya la idea de Zenda había comenzado a tomar forma. Casi seis meses después la ilusión se convirtió en realidad, con un grupo de autores que incluye -además de Arturo y Javier- a escritores como Élmer Mendoza, Almudena Grandes, Juan Cruz, Luis Mateo Diez, Luis Sepúlveda, Marcela Serrano, Xavier Velasco, Leandro Pérez, José Manuel Sánchez Ron, Marta Sanz, Raquel Lanseros y la puertorriqueña Mayra Santos-Febres, así como a un equipo de periodistas igualmente diverso, entre los que tengo el honor de estar.
Al explicar el singular nombre del sitio, Arturo comenta que “decidimos ponernos bajo el patrocinio de un título mítico, de bella resonancia literaria y cinematográfica: la novela El prisionero de Zenda, de Anthony Hope”. “No es, desde luego, la más perfecta novela del mundo; pero sí una aventura apasionante, un folletín a la antigua, en el mejor sentido del término, que no puede dejar de leerse con una sonrisa agradecida y cómplice”, señala.
Arturo agrega que el objetivo inmediato de los creadores de Zenda, “es convertirlo, en poco tiempo, en un espacio de gran alcance puesto a disposición tanto de los lectores como de los autores que participan en él, a fin de que lo utilicen como libre plataforma de difusión de su obra, como medio para hacer visible su trabajo y, cuando lo deseen, como vehículo para exponer sus comentarios, artículos u opiniones personales”.
“Nos hemos esforzado, y lo vamos a seguir haciendo durante mucho tiempo -asevera para finalizar-, a fin de que transitar libremente por Zenda sea un privilegio de fácil acceso para cualquiera que a título de ciudadano, transeúnte o simple turista ocasional desee visitar o habitar este simpático territorio. Así que, desde hoy, las fronteras de Zenda, lugar del literario país de Ruritania que imaginó Anthony Hope, están abiertas para todos. Sean bienvenidos. Feliz estancia y felices libros.
En mi primera entrada a Zenda -en el espacio denominado ‘Desde el viejo San Juan’, en la pestaña marcada ‘…y Cía’- hago una breve introducción para el lector ajeno a la manera como nuestra realidad socio-política incide en la manera como vivimos el arte y la cultura en general y las letras en particular, para luego expresar el entusiasmo con el que nos unimos a este proyecto, “con la posibilidad de dar voz y presencia en esta vastedad cibernética a la generosa cantera literaria, tanto hispana en general, como puertorriqueña en particular, que lo mismo se manifiesta dentro de la isla, que en el seno de la comunidad latina en Estados Unidos”.
“Puerto Rico no ha escapado a las transformaciones que ha experimentado el mundo editorial en años recientes”, señalo. “De hecho, nos leemos hoy aquí debido precisamente a ese cambio de paradigma que ha hecho que los suplementos literarios de papel -como bien dice Arturo Pérez Reverte- ‘se estén yendo a diablo’, desencadenando el ‘Big Bang’ que ha parido a Zenda y que también ha hecho implosionar de manera irrevocable la manera tradicional de vivir la palabra escrita, tanto para los creadores como para quienes se acercan a sus obras”.
“Desde este Caribe luminoso -a ratos borrascoso-, en Puerto Rico abrazamos con esperanza y espíritu de aventura el salvavidas que un amigo muy querido como Arturo Pérez Reverte nos lanza para abordar esta novísima arca literaria iberoamericana con la certeza de que la ilusión es posible, de que escribir y leer -como dijo alguna vez Octavio Paz- ‘es tender una mano, abrirla y buscar en el viento un amigo capaz de estrecharla’”.