Osdalgia: sinfónica y con La Habana en la voz
Ella -cuando niña- solía colarse en la cabarets cercanos a su casa en La Habana Vieja para escuchar casi en éxtasis boleros y guarachas propios de ese ambiente de bohemia. Él -de niño también- aprendió a amar la música a través del violín, hasta el día en el que empuñó una batuta y supo que nada deseaba más que ser director.
Los caminos de ambos se cruzan por primera vez ahora, para el concierto “Sinfonía de amor” que la cantante cubana Osdalgia ofrecerá este jueves a partir de las 8 p.m. -en la Sala Sinfónica Pablo Casals del Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré- acompañad por la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico bajo la batuta del maestro Karlo Flores, como director invitado.
El programa -con arreglos de Ito Serrano- enmarca sinfónicamente un puñado de las melodías más representativas del cancionero popular, como “Quiéreme mucho”, de Gonzalo Roig; “El manicero”, de Moisés Simons; “Aquellos ojos verde”, de Nilo Menéndez y Adolfo Utretra; “Tú me acostumbraste”, de Frank Domínguez; “Silencio” y Lamento borincano, de Rafael Hernández; y “Noche de ronda”, de Agustín Lara, entre varias más.
“Me siento muy feliz y orgullosa de ser parte de este concierto”, dijo Osdalgia a El Nuevo Día durante el receso del ensayo del pasado lunes. “Es la primera vez en la historia de la música cubana que una cantante popular de mi país es invitada a cantar con la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico y esto es un honor inmenso. Estoy muy agradecida por la invitación del maestro Maximiano Valdés y muy contenta por poder trabajar con el maestro Flores. Asimismo, los arreglos de Ito Serrano me han encantado. En verdad estoy muy ilusionada con este concierto que hace realidad uno de mis grandes sueños”.
La cantante habanera añade que “cada concierto es distinto”. “Nunca es rutina, nunca es lo mismo, porque a cada instante todos cambiamos. Es mágico”, apunta. “Yo me preparo muy bien para cada concierto, estudio los textos de todas las canciones que voy a interpretar y las razones que tuvieron los compositores para crearlas, pero a pesar de eso, siempre me pongo muy nerviosa antes de salir al escenario. Ya para la segunda canción me siento más tranquila y la fusión con los músicos comienza a llegar. Es entonces cuando la entrega total al público es posible… hasta el final del programa.
Con Karlo
Por su parte. el maestro Karlo Flores asevera sentirse muy agradecido con el maestro Valdés y honrado por la oportunidad de dirigir este concierto, más aun por el tipo de programa que le da sustancia. “Este repertorio es música de siempre y todos hemos crecido de un modo u otro con estas melodías”, explica. “Yo me crié escuchando estas canciones porque mi papá es un gran aficionado a la música… Sé que todos nos vamos a disfrutar mucho este concierto. Hace unos minutos estábamos Osdalgia, Ito y yo repasando la música y se me erizaba la piel”.
Karlo -quien se inició en la música a la edad de siete años, con el violín- recuerda que fue gracias a una invitación para ser parte del Programa 100 x 35 del Conservatorio de Música de Puerto Rico y dirigir uno de sus núcleos como inició su carrera en el podio, en el 2010. “Luego de eso el maestro venezolano Eddy Marcano -que dirigía el Programa- me invitó a dirigir la Orquesta Juvenil”, comenta. “Me entregó la batuta… la obra era la cabalgata de la Obertura a “Guillermo Tell”, de Rossini. Cuando moví la batuta para marcar el inicio y escuché la reacción de la orquesta, sentí un golpe de satisfacción inmensa en el pecho. Todavía la siento cuando evoco ese momento, y desde entonces tuve la seguridad de que quería ser director”.
(Publicado en El Nuevo Día en su edición del 28 de abril de 2016)