De una máquina de coser Singer y la tía Ana a las “Divas con Estilo”
Si bien es cierto que los talleres de diseñadores de modas no suelen ser espacios habituales para mí, cada rara vez que visito alguno viajo 50 años al pasado, a la Ciudad de México -a la calle Bienes Nacionales, en la Colonia Cuatro Árboles- a la casa de mi abuela Carmela -la madre de mi padre- o en la de su hermana Ana, en la misma acera, donde había sendas máquinas de coser Singer de pedal, en la primera con un uso eminentemente doméstico, mientras que en la segunda era la herramienta de la tía abuela “para coser ajeno”, como se decía entonces, con una numerosa clientela femenina, que lo mismo le encargaba sencillas batas para recién paridas que espectaculares trajes de noche y elaborados vestidos para novias, quinceañeras y niñas de primera comunión.
No recuerdo a la tía Ana muy alejada de esa máquina de coser, siempre con una cinta de medir colgada del cuello, a veces cortando patrones, a ratos marcando con tiza, a veces entallando o poniendo y quitando alfileres, casi siempre pedaleando la Singer y haciendo costuras con asombrosa destreza al deslizar la pieza bajo el prensatelas y la aguja. Y digo asombroso porque la tía Ana hacia todo eso a pesar de que le faltaban -desde el nacimiento- los dedos de la mano izquierda. No tenía ninguno, solo un pequeño muñón por cada uno como recordatorio perpetuo de la ausencia, carencia que nunca fue impedimento para la bien ganada fama como maestra de la confección con la que quedó en mi memoria,
Pensé en esto hace un par de días en el atelier de los diseñadores de modas Fernando Gantier y Elisamuel Berríos -así, “atelier”, le llamaría la tía Ana a esa parte de su casa donde ella y la Singer convivían- como lugar de reunión para conversar de lo que un grupo de artistas ha denominado “Divas con Estilo”, proyecto que el próximo 15 de mayo a las 6 p.m. reunirá en el escenario de la Sala Sinfónica Pablo Casals a ocho artistas de diversos géneros musicales quienes, además de ofrecer su arte acompañadas por la Orquesta Filarmónica de Puerto Rico, vestirán creaciones de siete artistas de la moda.
Recordé las máquinas de coser de mi abuela y de mi tía mientras esperaba por la llegada de algunas de las divas citadas para la entrevista. Miraba a Fernando hacer costuras y evoqué con él lo común que es para muchos el recuerdo de una infancia en la que siempre hubo una abuela, o una tía o una madre con una máquina de coser. Recordé que las de mi niñez estaba vedado tocarlas, prohibición que a mi hermano y a mí nos retaba por lo mucho que nos apetecía sentarnos a jugar al sube y baja sobre el pedal.
Nostalgias más, nostalgias menos, así comienza para mí la historia con estas divas que darán a su arte un sentido que trasciende el placer meramente estético para ponerlo al servicio de dos proyectos sin fines de lucro que tienen como objetivo la transformación social a través de la educación, como es el caso de la Fundación Frances Colón, Inc. y Connecting Paths PR.
El proyecto reúne a dos cantantes populares -Dagmar y Denise Quiñones-, dos cantantes líricas -la soprano María Leticia Hernández y la mezzo soprano Patricia Cay-, una oboísta -la doctora Frances Colón-, una arpista -Elisa Torres-, una saxofonista -Daniela Torres- y una violinista -Lilliana Marrero. Estas divas -con estilo, por supuesto- serán vestidas para esa noche por los diseñadores Bea Rodríguez, Elsamuel Berríos, Fernando Gantier, Jaer Cabán, José Raúl, Lisa Thon y Stella Nolasco.
“Vamos a empezar por decir lo que Divas con Estilo no es”, dice Frances, a cargo de la nada sencilla odisea de organizar esta reunión de quince artistas -quince agendas, quince mundos, quince… estilos- que abrazaron la invitación de la propia Frances y de la Orquesta Filarmónica de Puerto Rico para unirse al proyecto. “No es un concierto, no es una ópera, no es teatro, no es un desfile de modas… no es nada de lo que se podría esperar, vamos, no es nada que se haya visto hasta ahora”.
“La idea -agrega Frances- nace de licenciado Víctor Maldonado, director ejecutivo de la Orquesta Filarmónica, para hacer esta gala a beneficio de identidades sin fines de lucro, como Connecting Paths PR y la que yo fundé y presido, como una alianza necesaria en los tiempos tan difíciles que se viven en el país. En este caso estamos mezclando diversos géneros e instrumentos musicales con la idea de llegar a un mayor público compartiendo nuestro arte”.
Frances añade que para confeccionar el elenco de esta producción decidieron buscar “divas” dentro de cada uno de los géneros e instrumentos que habrían de dar sustancia a la oferta. “Fue un proceso muy interesante ver como entretejíamos esas diversidades. Hay artistas ‘clásicas que hacemos cosas que trascienden ese espacio y nos manifestamos en cosas más populares, como es el caso de María Leticia Hernández y Patricia Cay, cantantes de ópera que también son excelentes cantando boleros o jazz, por ejemplo, o yo, que, como oboísta con la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, también he sabido sacar mi instrumento de la sala de conciertos para hacerlo más accesible al pueblo y lo mismo sucede con colegas como la arpista Elisa Torres y la violinista Lilliana Marrero”.
De igual manera, indica Frances, “la invitación a Dagmar y Denise Quiñones enriquece enormemente este proyecto”. “Se trata de dos artistas estupendas con un inmenso arraigo popular, muy queridas por el público”, señala. “También tenemos una diva de la nueva generación, como es el caso de la saxofonista Daniela Torres, excelente artista que ha estado muy cerca de mí desde los comienzos de sus estudios en el Conservatorio de Música de Puerto Rico”.
Dice Frances que los boletos para esta gala están a la venta en Ticket Center -(787) 792-5000- y en la taquilla del CBA Luis A. Ferré, (787) 620-4444.
Próximamente seguiremos hablando de estas divas… y quizá de la tía Ana.
