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Eric Álvarez y su esperanzada búsqueda de una estrella


"Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que, algún día, cada uno pueda encontrar la suya"

El principito al zorro en "El Principito"

Que la infancia quede marcada por la lectura de El Principito muy bien puede indicar cuál será el cauce de la existencia de quien comienza a descubrir sus secretos fundamentales de la mano de Saint-Exupery, presagio que en el caso de Eric Álvarez se concretó poblando su sendero -entre otras cosas- con una vocación temprana e insaciable por la metáfora, por el sentido de justicia y por un idealismo que el tiempo y los decepciones no han logrado extinguir.

Poeta, ensayista y abogado -en ese orden, si hubiera que jerarquizar por pasión sus oficios- Eric marca una estación en ese largo viaje con la presentación del libro Puerto Rico: la crisis final del ELA y la urgencia de su descolonización, en una actividad programada para el próximo jueves a partir de las 7 p.m. en Libros AC, en el número 1510 de la Avenida Ponce de León, en Santurce, con el propio Eric y el profesor Jaime Benson como provocadores de una conversación con quienes los acompañen a esta reunión entre amigos.

Hombre que lleva grabadas a fuego entre el pecho y la cabeza las preocupaciones perpetuas por su tierra, perfiladas por las aristas de su situación social, política y cultural, Eric llega a este libro como el destilado de un largo proceso de reflexión que, aunque se inició formalmente en su blog quantum de la cuneta hace poco más de dos años, lo cierto es que las inquietudes que le sirven de cimiento comenzaron a fraguarse desde aquella infancia distante, de la mano de Luz María y Carmelo -sus padres- y también de El Principito.

Criado ente Puerto Nuevo y Bayamón -en Alturas de Flamboyán- Eric recuerda que desde muy niño tuvo la inquietud de ser abogado, en especial por la posibilidad que adivinaba en este oficio “para hacer política”. “Mi padre era agrimensor en la Autoridad de Carreteras y, mi madre, maestra en el Departamento de Instrucción”, recuerda en una conversación sostenida hace unos días, en el mismo lugar donde se realizará la presentación este jueves. “Siempre me he percibido como un ser político, muy vinculado y comprometido a ese quehacer, en la mejor acepción del término, no para ser gobernador, sino porque entendía que a través de la gestión política podía ser parte de la construcción de un mejor país”.

 

Esta obra -cuya portada es un diseño del artista Felipe Cuchí- se presentará en una actividad programada para el próximo jueves a partir de las 7 p.m. en Libros AC, en el número 1510 de la Avenida Ponce de León, en Santurce

"La crisis del ELA no es solo la crisis de los bonos o del gobierno gigantesco que tenemos, sino que es mucho más abarcadora que lo fiscal, con profundas ramificaciones sociopolíticas... Esto hay que enderezarlo… Todo está pendiente de un hilo sobre un gran precipicio. Es impostergable transformar todo esto no solo en su forma, sino también en su fondo”

Eric Álvarez

 

Apenas había comenzado a dominar las destrezas de la lectura guiado por doña Luz María, cuando ella le dio el libro de Saint-Exupery. “Recuerdo que mamá me dijo ‘toma, lee esto’… y lo hice en un solo día”, comenta. “Fue el primer libro que leí en mi vida y me marcó. Después de eso, leí todo lo que incluía El Tesoro de la Juventud, enciclopedia que mi abuela nos regaló. Para ese entonces llegaron también los sueños de Robin Hood, las inquietudes de luchar por la justicia, por las personas oprimidas y marginadas, y comencé a definir mi vida en esos términos, con el referente de mi padre, un independentista muy convencido que me acercó a las lecturas de José de Diego y Lloréns Torres. Estaba en noveno grado cuando entré a la Juventud Independentista Estudiantil… para ese entonces también escribí mis primeros poemas, muy rudimentarios, claro, impulsado por eso que uno cree que es amor, que no se habla con nadie y solo se puede expresar mediante la escritura”.

Luego de residir en Cuba entre 1982 y 1983 -justamente cuando en Polonia se vivía el proceso comandado por Lech Walesa y Solidaridad y seis años antes de la caída del Muro de Berlín- Eric regresó a Puerto Rico para estudiar leyes y continuar imaginando desde esa trinchera el país que siempre ha anhelado, a contrapunto con su pasión por la palabra escrita, entre ensayos y poesía en un caminar que tiene su huella más reciente en la publicación de Puerto Rico: la crisis final del ELA y la urgencia de su descolonización.

El origen en el "quantum..."

En enero de 2014 Eric publicó en su blog quantum de la cuneta el ensayo que tiene como título la primera parte del que lleva el libro, Puerto Rico: la crisis final del ELA. “La relectura de este texto fue madurando la inquietud de actualizar y fundamentar de una manera más amplia una serie de planteamientos hechos en ese ensayo original”, explica Eric. “En la medida en que trabajé con eso, fui descubriendo también que había otros asuntos tratados en el blog que podían y debían ser ampliados, situaciones que pasan no solamente por la crisis con la administración de gobierno que padecemos, sino que son en realidad los elementos de una crisis general que trasciende las consideraciones del estatus, problemas muy graves que no se van a resolver de manera automática con el fin de la colonia, cualquiera que sea esa solución, y que requieren muchos esfuerzos y recursos para trabajar intensamente con ellos durante muchos años, como es el caso, por poner dos ejemplos, de la educación y la salud”.

En la misma línea de pensamiento, aunque Eric coincide en que en el origen de estos inmensos problemas está la situación colonial de Puerto Rico, el escritor sostiene que su complejidad ha trascendido esos contornos. “Mucha gente piensa que resolviendo el tema del estatus, al día siguiente -y como por arte de magia- se resolverán los males tan enormes que existe en áreas tan delicadas como las ya mencionadas y otras más, como la de la seguridad y la del crimen”, agrega. “Esos problemas requieren cirugías mayores. En el libro hago una lectura de la crisis fiscal que estamos viviendo, pero no me quedo ahí, sino que paso a ese otro análisis. La crisis del ELA no es solo la crisis de los bonos o del gobierno gigantesco que tenemos, sino que es mucho más abarcadora que lo fiscal, con profundas ramificaciones sociopolíticas. Esto hay que enderezarlo… ahora mismo hay una estructura de gobierno más o menos funcional y la vida más o menos sigue su curso, pero lo cierto es que la ciudadania no tiene confianza alguna en el Estado en ningún aspecto, lo mismo se hable de la seguridad y la salud, que de lo económico o de la educación, y mucho menos de un plan de futuro como país. Todo está pendiente de un hilo sobre un gran precipicio. Es impostergable transformar todo esto no solo en su forma, sino también en su fondo”.

Cuando Eric reflexiona en el camino recorrido, reconoce que ve “mucho esfuerzo que lamentablemente se ha ido por la borda porque, aunque hay algunas señales positivas en la Isla, siento que no estamos al nivel de civilidad que deberíamos estar”. “Hay una violencia enorme y no me refiero solo a las gangas, a los asaltos y a los asesinatos, sino que se trata de una violencia casi glorificada a través de la cultura que vivimos como sociedad”, apunta con pesar. “Vivimos en medio de una violencia que persigue como un fantasma diversos contextos sin excluir, desde luego, la política, que se manifiesta enmarcada por el ‘bullyng’, la imposición, la intolerancia y el populismo. Sí, siento una gran frustración, pero claro que ha habido también muy buenas experiencias”.

No obstante, Eric dice que hay espacio para el optimismo. “Quiero tenerlo, quiero pensar que lo que viene contribuirá, contrario a lo que se cree, a una estabilidad que produzca un mejoramiento para Puerto Rico, que genere razones para construir una certidumbre sobre nuestro futuro, que haya una estructura operacional con un presupuesto administrado correctamente, porque la gente olvida que lo que nos trajo hasta aquí ha sido la mala administración de los presupuestos desde hace varios lustros y toda la corrupción relacionada con eso”, finaliza. “Tenemos que enfrentarnos con nuestra realidad y tomar una postura coherente con las circunstancias”.

Como El Principito, mi amigo Eric desea creer que hay una estrella para Puerto Rico, una estrella que despeje la bruma de nuestro porvenir, una estrella que, al igual que la del poeta español León Felipe -hecha de paladio, de fósforo y de imán-, eche “a andar otra vez este barco varado”.

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