Jailene Rivera con sus ilusiones rumbo a Quebec
Al inicio suelen dar una sonrisa y un saludo entre agradecido y nervioso, con la mirada brillante y cierto vibrato apenas perceptible en la voz, gestos que nunca han dejado de conmoverme, expresiones que siempre han tenido el poder de acariciarme el alma, será porque veo en sus ojos promesa y pasión, será porque me recuerdan lo que fui, en fin, será porque en ellos los sueños siempre tienen alguna posibilidad.
Algo así me dieron hace un par de días Jailene Rivera y sus tres colegas del Miramar String Quartet, al inicio de uno de los ensayos para el concierto que ofrecerán este domingo -a partir de las 5 p.m.- en la Sala Anthony “Junior” Soto del Teatro Bertita y Guillermo L. Martínez del Conservatorio de Música de Puerto Rico, con un programa concebido por Jailene para agradecer a quienes han hecho una aportación para los gastos inherentes a su participación en un festival musical en Quebec, Canadá, y también para que otros posibles donantes disfruten de su arte y, de paso, se unan al esfuerzo.
Jailene estará acompañada por el flautista Darwin Cosme, la violinista Carolina Pons, la viola Lourdes Negrón, la violonchelista Maricarmen Vélez Crespo -ellas tres integrantes del Miramar String Quartet-, el guitarrista Ian Roa y el pianista Ernesto Busigó.
El repertorio del concierto consta de:
Tango Estudio No. 1 para dos flautas, de Astor Piazzolla y arreglo de Ezequiel Mantega. Con Jailene Rivera y Darwin Cosme
Cuarteto para flauta y cuerdas en Re mayor, de W.A. Mozart. Con Jailene Rivera y las artistas del Miramar String Quartet
Tres piezas para flauta sola, Pierre Ottavie-Ferroud. Con Jailene Rivera
"II. Café 1930" de la Historia del Tango, de Astor Piazzolla. Con Jailene Rivera e Ian Roa
Sonatina para flauta y piano, de Henri Dutilleux. Con Jailene Rivera y Ernesto Busigó
Arreglo para cuerdas del tema Campanitas de cristal, de Rafael Hernandez, con arreglo de Emanuel Olivieri. Con el Miramar String Quartet
“Fui aceptada en el festival Le Domaine Forget Music and Dance Academy, que se celebrará ente el 19 de este mes y el 3 de julio, en St. Irénée, Quebec, en Canadá”, explica la joven que cambió los cartabones por la flauta. “Había soñado con dedicarme a la arquitectura, pero me enamoré de los escenarios desde que era muy pequeña. La flauta llegó a mi vida luego de ver un concierto del artista griego Yanni, que hace sus espectáculos con invitados de excelencia en sus respectivos instrumentos. En ese concierto tuve la oportunidad de escuchar al flautista venezolano Pedro Eustache y eso fue lo que me inspiró… eso fue en 1999”.
En su quinto año como estudiante del CMPR, Jailene se graduará en el verano de 2017 y ya está enfocada en prepararse para audicionar para hacer sus estudios de maestría. “Por eso es que para mí es tan importante asistir a este festival”, apunta. “Este año ahí estarán dos de los mejores flautistas de esta generación a nivel mundial. Ellos son Emmanuel Pahud, flautista principal de la Berliner Philharmoniker, y Dennis Bouriakov, hasta hace poco principal de la Metropolitan Opera Orchestra y ahora principal de Los Angeles Philharmonic. Incluso las clases privadas serán ofrecidas por los mejores flautistas que tiene Canadá: los principales de las orquestas y profesores de los conservatorios. Cabe señalar que esta es una increíble oportunidad para mi carrera musical porque este campamento sirve de ventana entre América y Europa, algo de sumo interés para cualquier músico joven en estos días”.
Jailene añade que “asistir al festival es muy difícil, puesto que es necesario pasar por el proceso de audición mediante vídeos y una vez en Quebec hay que volver a audicionar para ser ubicado”. “Asimismo, los costos de inscripción son muy altos, cerca de los $2,000.00, y los pasajes durante el verano para llegar hasta Canadá exceden los $500.00”, señala.
La solidaridad entre estos jóvenes es igualmente admirable e inspiradora. Precisamente Maricarmen Vélez pone en contexto esa solidaridad proverbial entre estos jóvenes. “Es que nosotras ya hemos pasado por eso y sabemos lo que es haber sido aceptadas en un campamento importante y necesitar los fondos para poder llegar”, dice la joven violonchelista. “Una invitación para colaborar hay que aceptarla porque ya hemos estado en su lugar”.
"Un músico, aunque sea solista, nunca va a estar solo”, asevera por su parte Lourdes Negrón. “Es un trabajo en equipo… siempre vas a necesitar de alguien”.
Por eso es que digo que en esta juventud los sueños siempre tienen una posibilidad…